Se te olvido que llevabas días, meses esperando el inicio de año y te comprometiste a bajar de peso este año "si" decías…
Oh este año si voy a ser más paciente y estaré más tranquilo y relajado pero empezaste con mucho enojo, disgustado y rencoroso con la vida.
Uno muy típico es este año cambiaré mis hábitos y dejare los vicios pero despertaste el día 1 y 2 de enero todo "crudo" y continuaste la fiesta... Y así hay un y mil ejemplos y promesas que dejaste al aire.
¿Por qué pasa esto?
Primero por la falta de compromiso contigo mismo y porque en realidad no es lo que querías conseguir.
Y segundo por la motivación, uno comienza entusiasmado y decidido pero de pronto te fastidias, crees que es imposible para ti, es una carga, y es normal la motivación es momentánea, por ende debes forjar la disciplina y si ya te fijaste un propósito cumplirte en hacerlo, de lo contrario puedes engañar a todo mundo con tantas excusas por las que dejas a medias tus propósitos pero en el fondo el único que se miente y lo sabe eres tú, así que obligarte a hacer ciertas tareas y actividades que te acercan a tu meta aunque no tengas la energía y la actitud sin duda marcaran la diferencia además que en el tiempo ya será normal y parte de tu rutina siendo algo que disfrutas hacer.
Cómo cada fin e inicio de año es una tradición celebrar el nuevo calendario desde el día 1 de los 365 días del año, las personas suelen emocionarse por empezar el año con nuevas vivencias, personas, propósitos y experiencias que se construyen en el tiempo, sin embargo la mayoría de las metas y propósitos que se plantea la gente no son realistas, se dejan llevar por los típicos propósitos ya establecido solo para convivir y saber que han cumplido en la cena familiar, por lo que a las dos o tres semanas de empezar el año ya se han olvidado que “tenían un objetivo” o bien en realidad ni siquiera tenían metas.
¿Qué es lo que debes hacer para mejorar en ello?
Comienza por definir qué es lo que realmente quieres alcanzar, un propósito que te mueve y saque de la zona de confort, escríbelo y sobre todo comprométete con ello.
Escribirlo es fundamental, primeramente porque si no escribes específicamente lo que quieres por la vida en piloto automático, solo siguiendo un sistema, sin metas, sin saber qué haces y por qué lo haces; si continuas con ese sistema seguirás en el mismo sitio sin progresar, es como subirse a un taxi y decirle al conductor que te lleve a donde quiera, si te gusta el destino genial, pero si no te agrada será tu responsabilidad por no definir a dónde quieres ir en realidad.
Por eso es muy importante definirlo y escribirlo ya que de esta manera lo tendrás en mente, lo que no se escribe se olvida así como tus deseos del 31 de diciembre a media noche que fueron dichos solo por cumplir y convivir comiéndote las uvas.
Y mira que escribirlo es solo para que lo recuerdes y tengas claro el objetivo, pero debes provocar que las cosas te sucedan haciendo acciones que te lleven a ello. No creas que son solo escribirlos y sentarte a esperar y ya, así NO funcionan las cosas.
Hay que hacer las cosas con coherencia y a la dirección correcta, si tú quieres comenzar una vida saludable tienes que hacer ejercicio y llevar una alimentación balanceada y saludable; o si quieres buscar una mejor oportunidad laboral debes salir y entregar tu currículo en muuuchas compañías y empresas donde estén solicitando vacantes de lo contrario nadie llegará a casa de sorpresa ofreciéndote lo que buscas; o si quieres emprender un negocio exitoso tienes que empezar con lo que tienes, es decir...
¿Qué estás haciendo para lograrlo? Tomando el primer ejemplo de una vida saludable, ¿ya fuiste a comprar los vegetales para tus comidas? ¿Ya hiciste ejercicio hoy?
Si quieres iniciar un emprendimiento, ¿Ya sabes que quieres vender y ofrecer? ¿Ya fuiste a cotizar productos a mayoreo, ya comparaste precios? ¿Ya compraste o recaudaste lo básico para empezar? Para pasar de la imaginación a lo real solo hay un paso y es ACTUAR.
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